Aullandole a los Coyotes en mi Jardín de Juegos

Image courtesy of  National Geographic

Se acerca la primavera. Me lo dicen tres cosas: La (verdadera) madrugada se aclara cada vez más temprano; La hora será cambiada este Domingo (por la centésima vez) y el cinco de Marzo fue el cumpleaños de mi madre.

Cuándo era joven siempre confundía el cumpleaños de mi madre con el cuatro de Marzo, para gran consternation de ella. Y tenia razón; algunas personas toman la actitud de que el que día de su cumpleaños es un día más. Quizás lo hacen por una supuesta humildad. Pero hay que reconocer que el momento en que nacemos es único entre todos los momentos posibles; Si seres queridos, o a uno mismo se le olvida celebrar este aniversario tan importante ¿A quien se le acordara?

Mi madre es fácil de complacer y solo me pidió un cupón de Amazon para poder adquirir y leer varios eBooks. Ella es una muy buena cocinera y yo un gran glotón de todas sus delicias. Por eso decidí también regalarle un kit gastronómico, para que aprenda unas de las pocas cosas que no hace por lo complicado de los equipos industriales que hoy en día son utilizados, sin caer en cuenta que la receta y el procedimiento original, fueron inventados en una sencilla cocina, con los simples instrumentos incluidos en el kit DYI.

¿Porque esta circunnavegación? Quiero que se sepa lo importante que es la edad a la que ha llegado mi madre. Y ademas quiero que se note que en uno días llega la primavera con toda su extravagancia; La prueba más importante de que se acerca la primavera, es que todas los organismos que viven en este planeta se preparan para dar a su descendencia la luz de la vida y así beneficiarse de la abundancia del subsecuente verano. Una de estas especies animales son los absurdamente odiados coyotes. Esta es la época del año en que los coyotes buscan establecer una buena madriguera en un buen territorio. Sus cachorros se enfrentarán a duras pruebas de supervivencia, esparcidas con ratos de ocio y juego con sus padres y hermanos.

Por graves y tristes razones, me acabo de mudar a un apartamento, que aunque mas pequeño, colinda con un área poco silvestre, que yo llamo mi jardín de juegos. En las noches de esta primera semana, me han despertado un par de coyotes, buscando un domicilio para la madriguera de esta primavera. Por el aullido de la coyota puedo cerciorarme que estoy en lo correcto y que los aullidos de mis posibles vecinos no son tan solo reflejos errados a las sirenas de emergencia.

He cometido la gracia de contestar estos aullidos con los míos, que aunque no son tan agudos y penetrantes, si son de un tono menos chillón y quizás mas escalofriantes. Esto a tenido el efecto que los coyotes se callen y aparentemente desaparezcan de mi jardín de juegos. Lo que quiere decir que esta primavera no estaré entretenido con las vocalizaciones de cachorros en sus madrigueras. Creo que la coyota se dio cuenta que el jardín de mi nuevo hogar, no es un buen lugar para sus crías; Se dio cuenta que es el territorio de un lobo feroz